DESCRIPCIÓN
El desafío de hacer videodanza es siempre inventar un nuevo lenguaje. Queríamos tomar el movimiento humano como sujeto y, a través de él, transmitir la esencia misma de la existencia humana. Aquí, las imágenes altamente texturales y las composiciones surrealistas, no identificables, pero obviamente derivadas de imágenes de la acción humana, se editan utilizando un diseño de escenario complejo, un juego de gravedad y un sentido de realidad hiper y / o virtual.
Mediante el uso de primeros planos y diferentes ángulos, la cámara puede llevar al espectador a lugares que normalmente no pueden alcanzar. La lente puede entrar en la kinesfera del bailarín, el espacio personal que se mueve con ellos mientras bailan, enmarcando los detalles del movimiento y permitiendo una intimidad que sería inalcanzable en un contexto de actuación en vivo. A menudo, el movimiento de las partes del cuerpo fuera del cuadro crea una visión interesante y activa, dinámica y tensión dentro de la toma y obliga a la imaginación de los espectadores a entrar en juego.
La cámara coreografiada, que se mueve por el espacio en relación con los bailarines, altera nuestra percepción del baile, lo hace tridimensional y crea una experiencia visual fluida y animada. Las narraciones que surgen tienden a ser sutiles e intrigantes, sugeridas en lugar de explicadas, impresionistas en lugar de literales.
Grabamos una serie de improvisaciones con 'reglas' sugeridas por el conocimiento de las posibles relaciones espaciales y de movimiento entre la cámara y los bailarines. A través del ensayo y la repetición, se construyó un vocabulario de encuadre y movimiento, formando una paleta de material de video danza que luego se 'coreografió' en la sala de edición. Queríamos explorar formas de transmitir energía y velocidad en la pantalla. El 40% del material fue improvisado, y el resto se colocó en una pieza coreográfica altamente estructurada.